No empezaré a contar más esta historia, porque seamos claros, es la vida de las personas la que se cuenta, no los zapatos que nos ponemos y nos quitamos con mal olor y betún rotos o nuevos y brillantes; Tampoco se sirven en bares bebidas que sean más o menos ron, vodka, whisky o clérén, no, no, no, no; Son vidas y tienen muchos matices.
Ahora mismo estamos viviendo al menos tres vidas del legado de la Gran Granada y, como todo lo que le importa a la Gran Granada, es importante para esta historia, bueno, estoy contándolo con tantos matices como sea posible.
Joder, esta parte fue buena para mí, pensé que nunca terminaría de leer el párrafo Esto. Todo esto es solo para decir que soy Eu y estoy contando la parte más barata de esta historia, con dicción abierta y todo, donde soy una pequeña empleada de Don Manolete y me quejo, me quejo y sigo quejándome. quejándome, pero la verdad estoy feliz porque encontré una buena manera de ganarme la vida, de ganar mi “dinero”, aquí, en el corazón de la capital, en Gascue.
Bueno , no lo pienses más, que hasta en los periódicos se habla de artistas y todo, pero sí, no se lo digas a nadie, estaba pensando en cómo conseguir más moronga en el bar, porque la vida es desagradable y aburrida, pero como decimos los capitalinos: estamos encontrando el camino a casa.
—– —— – ——- ——- —–
Tengo pocas palabras, ya me conoces, pero si no, a ver si vienes a Italia. Pronto, un día, una noche vendré a la Gran Granada, así que que te puedo invitar a tomar una copa.
Soy Don Manolete, dueño de la aventura parecen marcianos o murcianos, da igual, pero viene de aquí la capital, es importante que bajéis por el paseo marítimo para ver el mar, a mí también me corresponde venir -lo digo de una vez por siempre- a la gran Granada. Ojo te lo digo bajito para no hacer ruido, me enamoré de la cibadeña cuando dijiste relájate, lo digo muy en serio: amo la majestuosidad de la bachatica y es tan maravillosa para mí, que me tiene la vida. He sido iluminado, así que no me pasaré toda la vida diciendo palabras sentimentales, pero tengo claro que, por primera vez, me enamoré de esta tierra, de la majestuosidad de la música bachatica y ahora es tu música. (Don Manolete empieza a cantar Yo quiero a un cibaeño) “ay dilo de una vez, si quieres quererme y si no, ay no, ay no, ay no digas nada”.
La entrada En resumen se publicó primero en CANALTRARD – Ultimas Noticias.