Cuando casi había perdido la esperanza de encontrar pareja, conoció a un hombre de nacionalidad argentina. Su prisa por casarse la sorprendió. Esta prisa, unida a su desconocida personalidad, la llenó de ansiedad al verse obligada a tomar una decisión sin la deliberación que aconsejaría la más rudimentaria discreción.
Esta crisis surgió porque, aunque sabía que una respuesta precipitada podría tener consecuencias desastrosas, no quería perder la oportunidad de cumplir su sueño de mujer de casarse, formar una familia y tener hijos, si la suerte estaba de su lado.
Así que se la jugó. Y en muy poco tiempo, se estableció con un marido nuevo y, al mismo tiempo, casi desconocido.
La fortuna estaba de su lado. El resultado fue más de lo que el arriesgado camino a seguir podría haber anticipado. Su avanzada edad hizo que nacieran un hijo tras otro, y todo fue bien.
Lo único que no le salió bien fue que, debido a la emigración, no pudo regresar inmediatamente a su país de origen para ver a su familia, a la que quería y que se quedó con ella. Poco más de un año después de su llegada, sus padres vinieron a visitarla. Con su primer bebé, su cuarto nieto.
Desde entonces, tuvo que esperar cinco años para volver a ver a sus padres. Lo peor de todo es que, durante ese tiempo, su padre sufrió graves problemas de salud, entre ellos un glaucoma agudo que le hizo perder la vista en poco tiempo. Esto la entristeció profundamente.
Cuando se acercaban sus quintas Navidades sin poder pasar tiempo con su padre, planeó con ilusión un viaje para resolver sus problemas de residencia y, en particular, para presentar a su segundo hijo.
Llegaron cinco días antes de Nochebuena.
Fueron recibidos con la alegría que dan el tiempo y la distancia.
El abuelo disfrutó de los rasgos anatómicos de sus nietos como si pudiera percibirlos.
Se hicieron muchas fotos y parecían temer volver a verse dentro de otros cinco años.
Para colmo, en la madrugada del 23, el padre cayó enfermo. No hubo tiempo de llamar a una ambulancia. Al amanecer, la oscuridad de sus ojos fue lo último que vio.
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