Villa Altagracia se muere de sed por la construcción de un acueducto.
La Fundación para el Desarrollo de Villa Altagracia (FUDEVA) denuncia que el acueducto que construye INAPA en la ciudad presenta una serie de defectos técnicos que han provocado retrasos considerables.
En respuesta a las demandas de los munícipes, los trabajos se iniciaron en enero de 2021 a un costo de 800 millones de pesos, y originalmente el acueducto debía ser inaugurado dos años después, según prometió en su momento Wellington Arnaud, director del Instituto Nacional de Aguas Potables.
Para explicar las razones del retraso al director Arnaud, FUDEVA le invitó a reunirse con los dirigentes de la ciudad en abril de este año.
Allí, Arnaud les aseguró que el acueducto se inauguraría en noviembre, lo que no es posible debido a irregularidades en el proceso de construcción.
Entre esas irregularidades estaba un grave defecto en la presa que se iba a construir en el río Haina, a la altura del kilómetro 45 de la autopista Duarte; el INAPA desaprovechó un largo período de sequía para realizar esa obra, y las lluvias de junio y julio arruinaron el ligero avance que se había logrado.
Ahora tuvo que empezar casi de cero.
Otra grave irregularidad fue cometida por la empresa que subcontrató la red de tuberías (unos 5 km) que transportaba el agua desde la toma hasta los depósitos de almacenamiento. Resultó que las tuberías se habían instalado al revés”, dijo Hudeva.
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Una vez descubiertos los defectos, hubo que desenterrarlas y volver a instalarlas.
Esto duplicó los costes y perjudicó al dinero de los contribuyentes; el INAPA debería explicar quién pagará este “error”.
Otros dos componentes del sistema de agua en Villas Altagracia son los tanques de almacenamiento de agua y la red de distribución a barrios y viviendas. Inexplicablemente, ni siquiera se ha iniciado la construcción del tanque de almacenamiento de agua, ni se ha avanzado en la instalación de la red de distribución de agua.
¿Dónde está la supervisión de estas obras, se pregunta FUDEVA?
FUDEVA, la organización sectorial que representa a Villas Altagracia, no puede entender cómo se pueden cometer tantos errores en un solo proyecto y se siente engañada.
Villas Altagracia produce el 35% del agua que se consume en Santo Domingo a través de los ríos Haina, Isabel, Douay, Mana e Isa. Sin embargo, la población local no dispone de un acueducto moderno y miles de familias tienen que comprar agua a los comerciantes.
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