Plaza de Madrid. Segundo desafío taurino a los toros. Menos de 1/4 de los inscritos. Partido de Resina y Sobral, más Sobrero de Corrado Ruiz (3º). Octavio Chacón de Tabaco y Oro (5º). 3 pinchazos, 6 descabellos. 2 avisos (ovación). Estocada y descabello 3 veces. Avisos (silencio). Juan de Castilla (6), traje blanco y oro. Cinco pinchazos y dos descabellos (silencio). Estocada fallida (rap). Ángel Sánchez (5), de blanco y oro. Pinchazo y estocada (ovación). Pinchaso dos veces y estocada (silencio).
Pocas ganaderías, por no decir todas, en la historia del toreo han estado tan ligadas a Madrid como la de Pablo Romero (actual Partido de Resina). Ser la primera plaza de toros del mundo con más de 100 años de historia es probablemente un récord inalcanzable. La calidad de la Pablo Romero y su bella estampa eran la admiración de los aficionados madrileños. Sin embargo, el paso de los años ha pasado factura a esta ganadería. Esto se debe a una incapacidad crónica de los anteriores propietarios, especialmente del inolvidable Jaime de Pablo Romero, así como de los actuales, como Partido de Resina, para ‘hacer crecer’ el histórico hierro.
Y en el llamado desafío del toro, a los toros de Partido de Resina ciertamente les faltó casta y fuerza. Por ejemplo, el primer toro de la tarde, ovacionado de salida, no permitió a Juan de Castilla, que había identificado su alternativa, hacer otra cosa que llevar con cuidado la embestida del pobre toro que más manos había perdido de forma casi continua, a media altura. Ollombiano dejó algunos topreros al final, ayudado por la altura, para compensar en lo posible su faena.
Sin embargo, este torero de Medellín, que tomó el nombre de Castilla de la región donde nació, lo dio todo en la quinta corrida, la de Sobral. Este joven consiguió incluso tomar una tanda muy ajustada por el lado derecho del toro, tragándose lo indecible y ganando también una compostura permanente. Estuvo muy preciso con los aceros, pero el palco fue a veces generoso con los de arriba, negándoles trofeos. El chico dio una vuelta al ruedo.
Octavio Chacón se enfrentó a un magnífico toro sardo de Sobral. El magnífico toro era vicioso e intimidaba con los ojos muy abiertos. Chacón, un torero que no hace mucho parecía recuperado y que había dejado motivos para la admiración en esta misma plaza, volvió a su hueco y ayer salió dispuesto a salir de nuevo, plantándose firme ante el toro sardo y chasqueando con la espada al tercer aviso, pero con una muy respetable Se logró la Tanda de Naturales. En la cuarta eliminatoria, el partido de Recina, el toro de Gassapong no tuvo fijeza y Chacón volvió a andar hábil y aplomado. Poco más pudo hacer con un toro tan deslucido.
El primero de los toros de Ángel Sánchez, un toro marcado de Partido de Resina, fue devuelto por claramente inválido y sustituido por un sobrero de Corrado Luis; el sexto, un toro de Sobral, fue un toro manso que embistió con paso torpe y no se humilló lo más mínimo . Los toreros madrileños intentaron evitar a este toro, pero fue en vano.
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