El tiempo pasa sin parar, sin darte tiempo para descansar, como apresurándote a llegar a la meta final. En este inquebrantable fluir del tiempo, observa cómo tus hijos crecen y fallecen, cómo tus nietos nacen y crecen, cómo tus pasos se vuelven más pesados y tus pasos más lentos, tu familia, cómo tu querida familia y tus amigos de toda la vida quedan atrás en el camino. forma.
recuerdos preciosos. Y así la vida se vuelve más corta y los recuerdos se desvanecen con la niebla del tiempo que pasa cada vez más rápido sin preocuparte por tu tristeza o soledad. Y cuando los amigos y familiares fallecen, se llevan consigo un fragmento de un momento vívido, dejando solo el agujero negro dejado por el dolor de su partida.
Pero este es el paquete de regalo que recibiste cuando te atreviste a nacer, te traen momentos felices que llenan de alegría tu corazón pero junto con ellos, también vienen momentos dolorosos que te destrozarán en lo más profundo de tu Ser, haciendo que tu sangría del alma. Es cierto que el tiempo rellena las arrugas que dejan tus pestañas que te deja la vida, pero mientras tanto el dolor es abrumador, asfixiante y el dolor es impredecible como un agujero profundo que parece no tener fin. Es cierto que hay de todo, incluidas las pasas.
Es como golpearse un dedo, a veces el dolor es cada vez menor, pero aún así no deja de doler. Sólo existe el calor de las criaturas que has creado y dado al mundo y la mano arrugada que te ha acompañado durante toda esta peregrinación, la mano que acaricia tus canas y te consuela. Sólo en momentos de tristeza podrás engañar a tu alma y A veces te hace sufrir.
sonrisa. . Adiós a mi amigo de toda la vida Emerson Díaz Vásquez y a quienes me han precedido en este viaje eterno que nunca será.
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