«El arte puede ser divertido, aunque se tome en serio». Esta frase describe el trabajo de Marcelo Ferder, quien se autodenomina “Argentaíno”. Artista con más de 30 años radicado en Dominica, que a través del humor y la experimentación expresa sus inquietudes sociales, provocando risas y reflexiones.
En Sankybanksy presenta un cuerpo de obra gráfica donde combina elementos icónicos. de la Historia Dominicana con elementos de la cultura popular y la vida cotidiana. En él utiliza el stencil como técnica principal para sintetizar imágenes y experimenta con resina, tela, pintura reflectante, piezas interactivas y texturas diversas, creando un estilo contemporáneo propio del arte urbano o street art.
. El título de la exposición es un juego de palabras grabado por Ferder, que combina al misterioso artista británico Banksy con el personaje «Sanky Panky», una figura controvertida de la cultura dominicana asociada con los viajes, la supervivencia y la migración. El resultado son obras que combinan crítica social, humor y un toque dominicano, invitando a imaginar a «Banksy» creciendo en los barrios de Santo Domingo y utilizando su naturaleza urbana para celebrar y cuestionar las figuras que configuran el imaginario caribeño.
Entre las exhibiciones, se homenajea a héroes anónimos como la «súper doñita», una trabajadora incansable que a pesar de las dificultades lucha por salir adelante, y el «súper tiguere», que presume de su superpoder de “Joseador”. . Expone y se burla del caos del tráfico y reinterpreta conceptos, haciéndonos preguntar: ¿qué dibujaría “Du-arte” hoy? o ¿cuál es la mejor composición de «Bach-atero»? Inquietudes que no surgirían en otro contexto, pero Ferder intentó despertar.
También propuso llevar este arte urbano más allá de las paredes y liberarlo a través de camisetas y bolsos que se convierten en lienzos en movimiento para las personas. permitiendo que el arte circule por las calles, evocando sonrisas y contemplación a su paso.
Ferder siente una profunda curiosidad y pasión por la escena dominicana; Él es parte de ello y al mismo tiempo lo cuestiona desde fuera. Utiliza creativamente el humor y la ironía como aliados para presentar sus inquietudes e inquietudes sobre la sociedad en la que vive. Por lo tanto, sus obras no son del todo lúdicas, cada obra nos recuerda pensar en el entorno que nos rodea y sus contradicciones.
El arte no necesita ser complicado, complejo, sofisticado o sublime, también puede ser simple y alegre como esta exposición que celebra la cultura dominicana, cuestiona sus contradicciones y sobre todo, nos recuerda que el arte puede ser accesible, provocativo y profundamente humano.