Entre otros aspectos, Robiou Lamarche señaló que los significados de muchos términos se transmitían directamente de un autor a otro sin cuestionar su interpretación, origen o material fuente. Por ejemplo, la fama de Anacaona trasciende textos y épocas desde que Constantin Rafinesque tradujo su nombre como “flor de oro” en 1836
500 de los llamados taínos, pueblo que ocupó las Antillas Mayores durante el periodo de dominación europea. Estos descubrimientos fueron registrados y comentados en el recién publicado Diccionario Taíno, registrado y comentado por el historiador dominicano residente en Puerto Rico, Sebastián Robiou Lamarche.
La obra de 550 páginas es una recopilación de lengua vernácula. vocabulario. compilado por cronistas antiguos y por las principales publicaciones sobre el vocabulario de esta cultura publicadas hasta la fecha.
Después de una cuidadosa investigación, el autor ha establecido vocabulario registrado por autores del siglo XVI que tenían conocimiento de la cultura taína. Entre ellos se encuentran Cristóbal Colón, Hermano Ramón Pané, Pedro Mártir de Anglería, Gonzalo Fernández de Oviedo, Bartolomé Las Casas.
Al mismo tiempo, se analizan las obras fundamentales que estudian el vocabulario taíno en todo este tiempo. . . Por lo tanto, el análisis de estas importantes obras, sus interrelaciones e interpretaciones hace la contribución única y sin precedentes del lenguaje como expresión de la cosmovisión indígena de las Indias Occidentales.
Entre otros aspectos, Robiou Lamarche señala que el significado de muchos términos se transmiten directamente de un autor a otro sin cuestionar la interpretación, su origen o material fuente. Por ejemplo, la fama de Anacaona trasciende textos y épocas desde que Constantin Rafinesque tradujo su nombre como «flor de oro» en 1836.
Lo mismo ocurre con Savourey, la llamada palabra taína para algodón difundida por los historiadores. José Gabriel García en Notas históricas sobre Santo Domingo (1876) y el escritor José Joaquín Pérez en Imaginaciones nativas (1877).
Después de estos autores vinieron el cubano Antonio Bachiller y Morales (1883) y el puertorriqueño Cayetano. Coll y Toste (1907), sus obras tuvieron una gran influencia en la historia de las Indias Occidentales.
Del mismo modo, existen palabras adaptadas de lenguas insulares del Caribe o del propio continente a las Antillas: la tormenta proviene del nombre de un espíritu maligno de las Guayanas, mientras que el dios taíno Yúcahu parece provenir de Yawahuo, un poderoso espíritu del continente arawak.
Con su rica bibliografía, Diccionario Taíno, registrado y comentó dedicado a la memoria del escritor y antropólogo Marcio Veloz Maggiolo (1936-2021), “el deseo de adquirir más conocimientos sobre el vocabulario indoantillano, así como lecturas de consulta e instrucción”.