Porque no todo es una carrera sistemática de caras solemnes y matemáticas cuánticas, porque no todo es perfecto y resumido en cálculo diferencial, porque hay agujeros negros en las alturas y reinos más complejos de la mente cibernética, porque allí abajo, en la oscuridad, nos espera un devorador de luz, que lo disuelve todo sin ninguna atracción metafísica en el famoso espesor de un salto infinitesimal, por la oración o el temblor de los pétalos de un amor ligero y regenerador del universo por un momento con todas sus palabras falsas y su corazón hinchado. Porque hay días que nos deprimen tanto como los atardeceres, como el sentimiento de la vida reemplazando el territorio de las palmeras y el silencio de la selva, y decidimos seguir cantando hasta perder el concepto del tiempo y la memoria persistente, estos accesorios oscurecen la ilusión del significado. , la permanencia de una oportunidad que necesita que los dioses nos permitan llegar, al embate interminable de esta palabra inútil, del gesto voraz de las células en el paso celestial, en la capacidad de comprender la ciudad resquebrajada.
Así deletreamos la memoria, el gran compromiso de lo prometido, de lo que se formó en el calor de la matriz de la ternura y del amor último, la continuación de cada final una y otra vez, la repetición de una soledad absoluta y astronómica. Y escribimos a la luz de la luna, el recuerdo más útil de sinfonía y armonía, cuando la vida era un oficio del sueño más hermoso y lo buscamos hasta encontrar este duende secreto, la alegría, la alegría inmadura en la que vivimos. Entonces, en la curva del camino, escribí este texto preguntándome por mi antiguo amor y mi destino: Busqué al duende que se escondía/En la infancia de mi vida/Escuché sus suspiros y sueños/La voz vaga que silenció/Skipper quemó el esqueleto al galope/Cuando el alma ya no está en el cuerpo/Hay flores y encajes / Las mentiras son de cristal / Sus mejillas están cubiertas de tristeza / El hada que busco llora / Una ola de música se eleva por una suave caricia fácilmente prometida / Tiene una bandera valiente / El primer amor apasionado es mi loca fantasía / Buscando el duende perdido / ¿Está loco?
/ ¿Se siente lleno de amor infinito?/ ¿Dormirá maravillado este amor lejano? el cielo/esperando el momento sus ondulantes alas/El sinuoso mar de bellas musas se desvanece a la vista/Esta fragante joven sonríe y esconde suavemente/La brumosa gema de un arco la oscuridad/El ruido y la melodía/el fuego de mis ojos y mi frente/jovencita, la rosa brilla intensamente/ miro y busco a esta hada bajo los pétalos de un sueño/y dejo caer todas mis espadas al fuego feroz/su dulce e inútil belleza/escucho sus suspiros y sus maravillosas llamas/Nostalgia arde Debo convertirme en la luz en estas otras almas/Los Elfos me honran por la luz profunda en el día agonizante/iluminando la retina del destino y la memoria.
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