Sus reflexiones no se deben a que haya pasado una década en la piel de un sanguinario narcotraficante. No es porque haya pasado diez años en la piel de un narcotraficante, ni por las duras experiencias que vivió atado a un narcotraficante.
Rafael Amaya admite haber vuelto a El Señor de los Cielos.
Más aún para él, que confesó haber caído en la adicción en pleno éxito de la serie.
Él (Casillas) siempre decía: ‘Estoy saliendo (del narcotráfico), estoy protegiendo a mi familia, quiero una familia’. Luego se dio cuenta de que había abandonado a su familia. Tenía muchos sentimientos encontrados y acabó quedándose en ese mundo, que era muy malo para él, explicó.
Cambié de vida. Desarrollé nuevos hábitos. Aprendí a quererme a mí mismo por encima de todo”, afirma orgulloso. Es algo que duda que Casillas consiga en la pantalla. Aurelio no tiene noción del amor.
Eso incluye el amor propio, que es la clave de todo para Amaya. La octava temporada de la serie presentó a una protagonista introspectiva. Influido por su roce con la muerte (paralelo a la vida real de Amaya), Casillas intenta ser fiel al amor y abandonar la violencia del narcotráfico.
Esta temporada supuso también el regreso a la serie del actor, que había abandonado la mitad de la sexta entrega y la mayor parte de la séptima por problemas de salud.
Personajes complejos.
La serie encabezó los índices de audiencia en Estados Unidos, pero se mantuvo por debajo del resto de la temporada.
Una fuente de la producción dijo a EFE que el público quería que Aurelio volviera a la violencia, y los espectadores también querían verle salir con distintas mujeres.
Amaya admitió que esto no le sorprendió. También cree que se debe a la curiosidad morbosa que provocan la violencia y la promiscuidad, que forma parte de la naturaleza humana. También cree que el público valora la autenticidad de este personaje.
Es puro y desgarrador. Es crudo y tiene toda la verdad. Es como el dolor; lo sientes al instante y reaccionas a él sin pensar. Así es Aurelio Casillas, dice, y eso es lo que la gente quiere ver.
Por otro lado, la serie cuenta la historia de un hombre nacido de la nada. No tiene filtro. Es empresario, pero no estudió. Es simplemente alguien que creció y llegó a la cima sin estudiar”.
Carmen Aube, que ha interpretado durante ocho temporadas a Rutila Casillas, la hija de Aurelio, ha declarado a EFE que el trabajo de Rafa es lo que ha convertido a Aurelio Casillas en un icono. Supo interpretar la vulnerabilidad y la violencia del personaje al mismo tiempo, añadió.
Aurelio Casillas, La Bestia El eslogan de la novena temporada, que se emitirá en Estados Unidos a partir de febrero, es ‘La bestia se soltó’. Se refiere a la bestia que todos llevamos dentro, explicó Amaya, argumentando que todos tenemos una bestia, que podemos controlar con las herramientas que tenemos.
En el tráiler de la temporada, Aurelio Casillas se enfrenta con una metralleta a “El Cabo” (Robinson Díaz), un narcotraficante colombiano que ha sido su némesis durante las últimas temporadas. A su sombra se encuentra otra enemiga, la candidata presidencial Belén, interpretada por Itati Cantoral.
También en esta temporada, los actores mexicanos Carmen Orb e Iván Arana interpretan a las hijas mayores de Casillas, la actriz cubana Isabela Castillo encarna a su prima Diana Ahumada, y la colombiana Marisela González retoma su papel de “La Felina”, una lavadora de dinero del narcotráfico. Acompañan. Hoy, Amaya dice que siente que no puede alejarse más de su personaje y que ha aprendido a domar a su bestia. Es muy difícil creer que Aurelio vaya a triunfar.
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