No solemos rendir homenaje a instituciones y personas por preferencia, y esperamos no hacerlo nunca. Sin embargo, tras haber observado y trabajado con APEC, siglas de Acción, Educación y Cultura, durante varios años, debemos reconocer su espíritu de servicio, eficacia y continuidad.
Estos beneficios no sólo se dan en los ámbitos formativo y profesional, sino también en los que fomentan y estimulan las artes, desde exposiciones, conferencias y acogidas críticas hasta el concurso anual de fotoperiodismo.
Las imágenes para el premio, por supuesto, retratan acontecimientos de actualidad, ¡especialmente los que tienen que ver con la desgracia! Pero tales momentos visuales no dejan de ser estéticamente sobresalientes: esta cualidad parece haber sido un elemento destacado este año.
San Andrés: su impacto en la historia y la fe
Para quienes aprecian especialmente la fotografía documental -y éste es nuestro caso-, las tomas que captan momentos fuertes, situaciones reales sin escenificación, fascinan, seducen y emocionan.
El Departamento de Arte y Comunicación de APEC, dirigido por el artista Carlos Sangiovanni, ha organizado otro concurso muy esperado.
No cabe duda de que hoy en día, en la información periodística, aparte de los titulares especiales, el texto fotográfico no sustituye a la palabra escrita, sino que capta y a menudo centra nuestra atención antes de que leamos el texto.
El Concurso de Fotoperiodismo de República Dominicana reconoce esta participación del público e invita a los comunicadores que prefieren la información visual a presentar sus trabajos ya publicados, acompañados de datos fidedignos sobre fechas y fuentes de los medios.
Un jurado compuesto por tres expertos en la materia examina, escruta y evalúa detenidamente los trabajos presentados y concede tres premios y una mención honorífica a las fotografías que se expresan con mayor claridad.
No sólo ha aumentado ligeramente el número de candidaturas, sino que en su diversidad ha habido una mayor coherencia general en cuanto a percepción dramática, impacto social y mensajes que invitan a la reflexión.
Aunque, como siempre, predominó la fotografía en color, no fue el factor decisivo. La composición espacial, la identidad nacional, la intensidad impactante y las situaciones en las que se podía alcanzar lo universal se sumaron y compartieron a menudo.
Como siempre ocurre en este concurso, las observaciones y discusiones, a veces acaloradas, contribuyeron a la concesión de los premios, que concluyó con un consenso muy satisfactorio.
En cuanto a las candidaturas ganadoras, todas ellas pasaron por un proceso de selección en dos fases.
En primer lugar, se seleccionaron las obras más interesantes, informativas y presentadas con mayor sensibilidad, publicadas recientemente por los autores. En segundo lugar, el jurado eligió y distinguió entre diferentes niveles de comparación – todas las fotografías presentadas – por la misma razón.
A veces una fotografía llama la atención de inmediato y se repite y crece hasta el momento siguiente. Tal fue el caso de “Puerto de Manzanillo”, de Jorge González Reyes. Esta obra ganó el Gran Premio. Verdadera pieza de concurso que trasciende los límites del fotoperiodismo, cautiva por su composición espacial, su brillantez y su singular concepción del mar y la tierra: tres planos y un enfoque histórico-geográfico: un rebaño de cabras paseando, un barco de pescadores y un trasatlántico.
La impresión más fuerte y conmovedora la causó el segundo clasificado, Ricardo Frete, con su fotografía Ni aquí, ni allá. Sería difícil pasar por alto u olvidar la mirada valiente y desafiante de la niña que se aferra a los barrotes. Esta misma rejilla añade un simbolismo inquietante y una geometría rítmica al espacio.
Hermosa, contrastante y aparentemente inofensiva, la fotografía de Orlando Barrier obtuvo el tercer lugar. En efecto, Guayacanes, barcos de pescadores en playas cubiertas de sargazo (título del comentario) nos enfrenta a una tragedia ecológica. Tampoco hay nada de autocomplaciente en las fotografías, que reciben menciones unánimes: ‘El pequeño Damián’ (Orlando Barria), ‘Lo que el fuego dejó’ (Felix Ramón Lara) y ‘Más Muerto que vivo’ (Danny Polanc obligan a pensar y transmiten la dramática realidad del país. Aquí, disfrutar es cuestionar.
El Concurso de Fotoperiodismo APEC 2023 es un testimonio vivo del talento de los fotoperiodistas, ejemplar y esclarecedor. Les saludamos por inspirar una iconografía desprovista de sensacionalismo, que cumple una función necesaria, versada en temas de actualidad con dimensión social y equiparable a una profesión exigente.
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