El 25 de noviembre de 1960, Rufino Antonio de la Cruz Disla fue asesinado por orden del dictador Rafael Leónidas Trujillo en el jeep en el que Patria, Minerva y María Teresa Mirabal se dirigían de Puerto Plata a Salcedo.
El golpe a manos de varios sicarios no sólo se cobró la vida de los hoy conocidos como Maripozas, sino también la de Patria, una joven agricultora y transportista de carga y pasajeros.
Rufino, nacido el 16 de noviembre de 1923 en el poblado de El Corozal, Villas Tenares, era al parecer simpatizante del movimiento revolucionario del 14 de junio y recibió el encargo de proteger a las hermanas Mirabal, en peligro por sus actividades contra la tiranía.
Por este motivo, de la Cruz Disla murió como un héroe el 25 de noviembre, y unos años más tarde se erigió un monumento en su honor en el poblado de Conuco, Salcedo.
El busto de Rufino fue inaugurado el pasado domingo 19, tras 63 años de trabajo.
La ceremonia estuvo a cargo del Gobernador de Hermanas Mirabal, la Alcaldesa de Salcedo, Ing. Manolo Tavares Mirabal y la única hija del mártir, Sra. Miredith de la Cruz.
Previo a la inauguración, el Club Recreativo y Cultural Conuco, presidido por el padre Tomás Florentino, hizo un llamado a valorar los sacrificios de los recordados por el país, entre ellos las hermanas Mirabal que lucharon contra la tiranía de Trujillo, Rufino de la Cruz y muchos otros héroes y mártires, quienes ofrecieron la comunión en las parroquias de la comunidad
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